¿Cómo voy a vestir a mi bebé para salir hoy, que hace tanto frío? No siempre es fácil elegir la ropita
adecuada. Nada más tener a mi primer bebé, me dijeron que los bebés
recién nacidos no pueden regular bien la temperatura corporal, por lo
que hay que abrigarles bastante para que no pierdan calor.
Posteriormente, te recomiendan que, ya que su movilidad es reducida, deben llevar una prenda de ropa más que nosotros.
Los cambios bruscos de temperatura son los principales enemigos de los recién nacido cuando llega el invierno.
Eso de que haga frío por la mañana y calorcito al mediodía, puede
molestar e incluso enfermar a nuestro bebé. El otoño y el invierno son
épocas difíciles para vestir al bebé. Muchas veces, temiendo que puedan
coger frío, los abrigamos en exceso y otras veces, viendo el sol que luce desde la ventana, nos confiamos y les abrigamos poco.
No se debe abrigar demasiado al bebé!!!!!
Ante el pronóstico de un día frío, las mamás solemos coger a nuestros
retoños y enfundarlos en un candoroso y abrigado buzo, pero antes de
hacerlo tenemos que tener en cuenta cómo vamos a desplazarnos y adónde
vamos a ir, ya que no es lo mismo que estemos al aire libre, que vayamos a un centro comercial y salgamos del frío al calor. Debemos procurar que la temperatura del bebé sea lo más constante posible para evitar que nuestros bebés puedan sufrir las típicas agresiones del frío en su piel
como sabañones, sequedad, labios cortados, eczemas, dermatitis, o
incluso afecciones por virus. Debemos considerar, además del defecto de
ropa, que también es poco aconsejable el exceso de ropa, ya que el sobrecalentamiento, hace que se sofoquen, suden y se pongan colorados como cangrejos cocidos.
La clave está en elegir la ropita más adecuada para nuestro bebé,
previendo las circunstancias de nuestras salidas. Debemos elegir ropita
de un tejido que permita transpirar al bebé, y que sea cómoda a la hora
de desprendernos de alguna prenda o de cambiarle el pañal, para evitar
que acabe como un pollo asado. Muchos de los catarros
se cogen después de haber sudado, cuando el sudor desprendido moja la
ropita y queda fría en contacto con la piel, así que para evitarlo lo
mejor es observar la temperatura del ambiente en la calle y elegir un
horario en el que el sol esté alto, para evitar las temperaturas más
extremas del día; adecuar la cantidad de ropa al lugar dónde nos
encontremos y controlar la temperatura corporal del pequeño, observando
el aspecto de su piel, tocándoles la nuca y el cuello u observando el
color de la piel (las manos, a veces están frías, pero no porque tengan
frío, sino porque se las chupan).
Es conveniente también que empleemos el plástico del carrito que les
protege de la lluvia y el frío, y que seamos previsoras y llevemos
siempre en su bolsa de paseo
alguna prenda extra: chaquetita, gorrito o guantes por si las
inclemencias se presentan de repente, o cambia bruscamente la
temperatura cuando deja de darnos la luz del sol. ¡Así se las gasta el invierno!
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